Deciros que terminando octubre, voy por la cuarta sustitución, con lo que tampoco es que pueda escribir mucho sobre mi labor. Estoy más pendiente del teléfono, la gasolina y cuadrar los horarios familiares que de preparar actividades.
Es lo que tienen las interinidades exprés.
Un beso a todos.
domingo, 3 de noviembre de 2013
Un poco de Psicomagia escrita
He querido hacer una pequeña recopilación de los vídeos de Cristóbal Gomez Mayorga porque sus aportaciones me parecen muy útiles para cualquier maestro de Infantil. Así que aquí os dejo algunas dinámicas que nos describe en sus vídeos para que podamos recurrir rápidamente a ellas sin tener que ir buscando por los vídeos anteriores:
Los niños de 3 años, que llegan inseguros al incorporarse por primera vez a su colegio, necesitan convertirse en seres sociales para sentirse unidos y pertenecientes a un grupo. Jugar con un paracaídas se convierte en un elemento psicomágico.
Aquí hay una canción psicomágica para la creación de la identidad:
5 ratoncitos grises
Que bailaban bien el tui
Vino un gato grande
Fijo lo miró, y ¡aum! y uno se comió
¿cuántos quedan?
4 ratoncitos grises (ídem)
3 ratoncitos grises (ídem)
2 ratoncitos (ídem)
1 ratoncito gris
Que bailaba bien el tui
Vino un gato grande
Fijo lo miró y….
¡¡¡Se escapó, se escapó, se escapó!!!
(Nunca nos olvidemos de que el pequeño siempre se tiene que escapar).
Los niños de 3 años, que llegan inseguros al incorporarse por primera vez a su colegio, necesitan convertirse en seres sociales para sentirse unidos y pertenecientes a un grupo. Jugar con un paracaídas se convierte en un elemento psicomágico.
Aquí hay una canción psicomágica para la creación de la identidad:
Pepe, Pepe, se parece a su papá,
cuando entra, cuando sale,
al subir y al bajar.
(Suben a una silla y pasan por un aro)
¿Cómo te llamas? Dicen su propio nombre, a quién se parece (mamá o papá). Eso les llena de alegría: Reafirman su identidad y han traído a su papá o mamá a la clase.
Una retahíla con los dedos de la mano que van al colegio. Esto les ayuda a identificarse y transformar sus relaciones con la escuela:
BOSTEZAMOS: ¡Uaaaaaaaaaaaaah! ¡Hola soy el meñique y voy a ir al cole! ¿Pero yo solo?
No, voy a llamar al dedo Anular... ¡¡Anulaaar!! ¡Despierta!
¡Uaaaaaaaaaaaah! ¿Qué pasa, qué pasa?
¡Que vamos a ir al cole!
¿Pero vamos a ir los dos solos?
No, vamos a llamar al Corazón... ¡¡¡Corazóoon, Corazón!! ¡Despierta!
¡Uaaaaaaaaaaaah! ¿Qué pasa, qué pasa?
¡Que vamos a ir al cole!
¿Pero vamos a ir los tres solos?
No, vamos a llamar al dedo Índice... ¡¡Índice, Índice!! ¡Despierta!
¡Uaaaaaaaaaaaah! ¿Qué pasa, qué pasa?
¡Que vamos a ir al cole!
¿Pero vamos a ir los cuatro solos? (CONTAMOS LOS DEDOS)
No, vamos a llamar al dedo Pulgar... ¡¡Pulgar, Pulgar!! ¡Despierta!
(REPETIMOS TODOS JUNTOS)
¡¡Pulgar, pulgar!! ¡¡Despiertaaaaaa!!
¡Uaaaaaaaaaaaah! ¿Qué pasa, qué pasa?
¡Que vamos a ir al cole!
¿Los cinco?
¡Síiiiiiiiiiiiii! ¡Nos vamos, no vamos! ¡Adiooooooooooooooooooooooos!
Otra retahíla:
Yo me llamo Carolina
Tipi tipi ti
tipi tipi ta
y soy una muñeca de cristal.
Y yo me llamo Pepona,
toma, toma, toma,
toma, toma, toma,
y soy una muñeca
de goma.
Media clase hace de Carolina y media de Pepona. Y luego dejamos elegir quién quiere ser Carolina y quién quiere ser Pepona. Seguimos creando identidades.
Otra canción psicomágica:
Corre trencito, corre por el campo
corre, se para en cada estación.
Aló, aló, que sube este señor... ¿Cómo te llamas? Sole (nombre del alumno)
¡Pues sube al tren!
Y así se van uniendo de uno en uno. Con este juego nos cogemos, nos tocamos y vamos formando parte de un grupo.
Para aludir a lo emocional y los sentimientos, podemos cantar a la vez que enseñamos los números:
5 ratoncitos grises
Que bailaban bien el tui
Vino un gato grande
Fijo lo miró, y ¡aum! y uno se comió
¿cuántos quedan?
4 ratoncitos grises (ídem)
3 ratoncitos grises (ídem)
2 ratoncitos (ídem)
1 ratoncito gris
Que bailaba bien el tui
Vino un gato grande
Fijo lo miró y….
¡¡¡Se escapó, se escapó, se escapó!!!
(Nunca nos olvidemos de que el pequeño siempre se tiene que escapar).
En los vídeos de la entrada anterior podéis escucharlos de la voz de Cristóbal, con sus tonalidades y ritmos. Veréis que graciosos son. No me extraña que a los niños les encante.
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