Pensé que había terminado la serie con la cuarta parte del Proyecto Gusanos de Seda, pero se me había olvidado la fiesta final donde aprovechamos la despedida de curso para hacer un pequeño taller de cocina relacionado con el proyecto de los gusanos de seda.
Así que nos pusimos manos a la obra y os remito a la entrada del taller de cocina creativa para pequeños que hicimos sobre los gusanos de seda.
¡Ahora sí! ¡bonito final para nuestro proyecto!
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lunes, 9 de septiembre de 2013
Proyecto gusanos de seda V: Taller de Cocina - Silkworms Project V: cooking activity.
domingo, 8 de septiembre de 2013
Proyecto Gusanos de Seda IV - Silkworm work project IV
Y viniendo de la entrada anterior, ya llegó el momento en que los gusanos comenzaron a segregar seda y a formar sus capullos. Era emocionante ver cómo se enroscaban sobre sí mismos y construían su "refugio de descanso" en unos días. Y cada vez eran más los que iban uniéndose.
Fue curioso observar que algunos lo hacían de color amarillo y otros de color blanco.
A medida que iba habiendo más, la seño decidió colocar los capullos tal y como lo hacen en los mariposarios. Esta foto es del Mariposario de Benalmádena y los capullos y crisálidas son de distintos tipos de mariposas y polillas:
Los pusimos en un corcho blanco, y comenzamos a hacer un registro de observaciones donde anotábamos cuántos días pasaban desde que apareció el primer capullo, por un lado, y por otro, en qué medida iba aumentando el número de capullos, pues cada día se formaban más.
En la primera ficha lo que hacían era poner los números de días que pasaban: 1, 2, 3...
Y en la segunda, que era bastante más difícil, tenían que registrar en una tabla de doble entrada a modo de barras el número de capullos que había. Cada día: tal número de capullos. Y para más dificultad si cabe, los capullos no eran una decena, sino que llegamos a tener más de 30 ¡nos salimos de la gráfica!
Por supuesto que algunos niños lo cogían con facilidad y otros con menos. Lo bonito era ver cómo iban progresando mientras se ayudaban unos a otros.
Al final eran tantos capullos que los cambiamos de sitio y recolocamos todo de nuevo. ¡Y empezaron a salir las primeras mariposas! Nosotros contamos 15 días (hubo algún fin de semana que nos pasamos apuntar, con la realidad rondará entre los 15 y 20 días. Hay que estimar también los márgenes de error en estos estudios ;-)
Lucía S. nos cuenta el ciclo del gusano de seda:
Estas son algunas imágenes que observamos en el proceso, entre otras muuuuchas cosas:
Y ya comienza el ciclo de nuevo: las mariposas se reproducen juntándose un macho con una hembra y poniendo ella después los huevos. Como bien dijo Lucía, luego las mariposas mueren y de los huevos saldrán gusanos nuevos.
Bueno, recalcar que en realidad no son mariposas sino polillas: mariposas nocturnas.
Aquí tenéis un enlace con información sobre el cuidado de las orugas de la seda:
Manual casero para la cría de gusanos de seda.
Y así terminamos nuestro pequeño proyecto sobre las orugas de la seda. Espero que os haya gustado. Os dejo imágenes de cómo quedó adornado nuestro pasillo:
Fue curioso observar que algunos lo hacían de color amarillo y otros de color blanco.
A medida que iba habiendo más, la seño decidió colocar los capullos tal y como lo hacen en los mariposarios. Esta foto es del Mariposario de Benalmádena y los capullos y crisálidas son de distintos tipos de mariposas y polillas:
Los pusimos en un corcho blanco, y comenzamos a hacer un registro de observaciones donde anotábamos cuántos días pasaban desde que apareció el primer capullo, por un lado, y por otro, en qué medida iba aumentando el número de capullos, pues cada día se formaban más.
En la primera ficha lo que hacían era poner los números de días que pasaban: 1, 2, 3...
Y en la segunda, que era bastante más difícil, tenían que registrar en una tabla de doble entrada a modo de barras el número de capullos que había. Cada día: tal número de capullos. Y para más dificultad si cabe, los capullos no eran una decena, sino que llegamos a tener más de 30 ¡nos salimos de la gráfica!
Por supuesto que algunos niños lo cogían con facilidad y otros con menos. Lo bonito era ver cómo iban progresando mientras se ayudaban unos a otros.
Al final eran tantos capullos que los cambiamos de sitio y recolocamos todo de nuevo. ¡Y empezaron a salir las primeras mariposas! Nosotros contamos 15 días (hubo algún fin de semana que nos pasamos apuntar, con la realidad rondará entre los 15 y 20 días. Hay que estimar también los márgenes de error en estos estudios ;-)
Lucía S. nos cuenta el ciclo del gusano de seda:
Estas son algunas imágenes que observamos en el proceso, entre otras muuuuchas cosas:
Y ya comienza el ciclo de nuevo: las mariposas se reproducen juntándose un macho con una hembra y poniendo ella después los huevos. Como bien dijo Lucía, luego las mariposas mueren y de los huevos saldrán gusanos nuevos.
Bueno, recalcar que en realidad no son mariposas sino polillas: mariposas nocturnas.
Aquí tenéis un enlace con información sobre el cuidado de las orugas de la seda:
Manual casero para la cría de gusanos de seda.
Y así terminamos nuestro pequeño proyecto sobre las orugas de la seda. Espero que os haya gustado. Os dejo imágenes de cómo quedó adornado nuestro pasillo:
Proyecto Gusanos de Seda III: Experimentos - Silkworm work project III: Experiments
Tras la segunda parte, continuamos con las entradas sobre las orugas de la seda. Ahora llegan los experimentos.
Íbamos observando los cambios que se producían en ellos y los cuidábamos y los alimentábamos: quitábamos la suciedad, las cacas se hacían más grandes, cambiábamos las hojas y cada vez había que poner más, etc. Los cogíamos con mucho cuidado, los mirábamos, los modelábamos con plastilina...
Los gusanos mayores crecían a una velocidad de vértigo y comían cada vez mas. Y también iban naciendo gusanos nuevos. A veces la diferencia entre unos y otros era notable.
Vimos que cada vez comían más hojas de morera y pensamos ¿y si le damos otra cosa? ¿se lo comerán también? ¿o sólo comen hojas de morera? Teníamos una fichita preparada al caso, y la seño se trajo:
- Un trozo de manzana.
- Una hoja de lechuga.
- Una hoja de morera.
Pusimos unos cuantos gusanos en la caja lejos de cada alimento, y decidimos ver hacia dónde se dirigirían los gusanos. ¡Igual les gustaba la manzana!
A medida que transcurría la mañana, los niños iban asomándose impacientes para ver a dónde se habían dirigido los gusanos. Y al final este fue el resultado:
¡Todos se habían ido a la hoja de morera!
Estaba claro, ni manzana, ni lechuga. Hoja de morera, ñam, ñam. Y lo plasmamos en nuestra ficha.
Al final las hipótesis de algunos alumnos fueron acertadas, predijeron que se irían a la hoja y acertaron. Otro predijeron otras respuestas diferentes, cada uno la suya. Y el experimento nos dio la respuesta.
OTRO EXPERIMENTO: ¿Y SI NO HAY MORERAS?
Esta vez surgió porque hablando con mi compi la Seño Rocío sobre este experimento, llegamos a la conclusión de que, claro, si te dan a elegir entre una manzana, una lechuga, y un trozo de pastel (o sea, lo que para los gusanos eran las hojas de morera por las que se pirran), lo normal es que vayas al trozo de pastel.
Entonces... ¿qué pasaría si no hubiese hojas de morera? ¿se comerían al menos la lechuga? Porque la manzana la descartamos por ser fruta. Yo tenía entendido que las orugas de la seda no pueden sobrevivir comiendo hojas de lechuga.
Bueno, pues decidí comprobarlo explicándole las razones de mi curiosidad a los niños. Ellos se mostraron muy interesados también.
Traje un par de hojas de lechuga iceberg recortadas de forma geométrica para que no hubiese lugar a dudas en el caso de que algún gusano decidiera darle algún mordisquito.
Cogimos unos cuantos gusanos (no todos), porque a la seño le preocupaba que le sentaran mal las lechugas, así que, tuvimos un grupo de control al que no testeamos y siguieron comiendo hojas de morera, y un grupo experimental: los elegidos para ver los resultados en el experimento con lechugas.
¿Y cuáles fueron los resultados tras una mañana de contacto con la lechuga? como podéis comprobar en la foto ¡¡los gusanos sí comen hojas de lechuga si no tienen de morera!!
Bueno, no sabíamos los efectos a largo plazo, y por eso decidimos quitárselos ese mismo día y darles de comer las hojas moreras.
Al final investigando por la red, descubrimos que los gusanos pueden sobrevivir dos o tres días comiendo lechuga, pero si esa dieta se alarga, no obtienen los nutrientes necesarios y mueren.
¡Qué de cosas aprendimos!
Íbamos observando los cambios que se producían en ellos y los cuidábamos y los alimentábamos: quitábamos la suciedad, las cacas se hacían más grandes, cambiábamos las hojas y cada vez había que poner más, etc. Los cogíamos con mucho cuidado, los mirábamos, los modelábamos con plastilina...
Los gusanos mayores crecían a una velocidad de vértigo y comían cada vez mas. Y también iban naciendo gusanos nuevos. A veces la diferencia entre unos y otros era notable.
UN EXPERIMENTO: ¿QUÉ COMEN LOS GUSANOS DE SEDA?
Vimos que cada vez comían más hojas de morera y pensamos ¿y si le damos otra cosa? ¿se lo comerán también? ¿o sólo comen hojas de morera? Teníamos una fichita preparada al caso, y la seño se trajo:
- Un trozo de manzana.
- Una hoja de lechuga.
- Una hoja de morera.
Pusimos unos cuantos gusanos en la caja lejos de cada alimento, y decidimos ver hacia dónde se dirigirían los gusanos. ¡Igual les gustaba la manzana!
A medida que transcurría la mañana, los niños iban asomándose impacientes para ver a dónde se habían dirigido los gusanos. Y al final este fue el resultado:
¡Todos se habían ido a la hoja de morera!
Estaba claro, ni manzana, ni lechuga. Hoja de morera, ñam, ñam. Y lo plasmamos en nuestra ficha.
Al final las hipótesis de algunos alumnos fueron acertadas, predijeron que se irían a la hoja y acertaron. Otro predijeron otras respuestas diferentes, cada uno la suya. Y el experimento nos dio la respuesta.
OTRO EXPERIMENTO: ¿Y SI NO HAY MORERAS?
Esta vez surgió porque hablando con mi compi la Seño Rocío sobre este experimento, llegamos a la conclusión de que, claro, si te dan a elegir entre una manzana, una lechuga, y un trozo de pastel (o sea, lo que para los gusanos eran las hojas de morera por las que se pirran), lo normal es que vayas al trozo de pastel.
Entonces... ¿qué pasaría si no hubiese hojas de morera? ¿se comerían al menos la lechuga? Porque la manzana la descartamos por ser fruta. Yo tenía entendido que las orugas de la seda no pueden sobrevivir comiendo hojas de lechuga.
Bueno, pues decidí comprobarlo explicándole las razones de mi curiosidad a los niños. Ellos se mostraron muy interesados también.
Traje un par de hojas de lechuga iceberg recortadas de forma geométrica para que no hubiese lugar a dudas en el caso de que algún gusano decidiera darle algún mordisquito.
Cogimos unos cuantos gusanos (no todos), porque a la seño le preocupaba que le sentaran mal las lechugas, así que, tuvimos un grupo de control al que no testeamos y siguieron comiendo hojas de morera, y un grupo experimental: los elegidos para ver los resultados en el experimento con lechugas.
¿Y cuáles fueron los resultados tras una mañana de contacto con la lechuga? como podéis comprobar en la foto ¡¡los gusanos sí comen hojas de lechuga si no tienen de morera!!
Bueno, no sabíamos los efectos a largo plazo, y por eso decidimos quitárselos ese mismo día y darles de comer las hojas moreras.
Al final investigando por la red, descubrimos que los gusanos pueden sobrevivir dos o tres días comiendo lechuga, pero si esa dieta se alarga, no obtienen los nutrientes necesarios y mueren.
¡Qué de cosas aprendimos!
sábado, 7 de septiembre de 2013
Proyecto Gusanos de Seda II - Silkworm work project II
Esta es la segunda entrada que dedico al proyecto que realizamos en torno a los gusanos de seda.
Ahora que ya no queda nada para empezar el cole, y mientras estoy a la espera de un destino que ya mismo ha de caer, aprovecho para describiros cómo trabajamos el proyecto. No quiero quedarme con la espinita de no colgarlo en el blog porque nos lo pasamos muy bien y aprendimos mucho sobre los gusanos, oh, perdón, las orugas de la seda.
En la primera entrada ya os dejé un pequeño adelanto.
En esta os describo cómo fueron los inicios.
Ya sabéis que los gusanos empiezan a eclosionar con los calores de la primavera. Por eso en invierno hay que guardar los huevos en un sitio fresquito y procurar que no noten el calor antes de que comiencen a brotar las hojas de morera, porque en caso contrario, no podríamos alimentarlos y morirían.
Pues tenía yo en casa preparada una caja con huevecitos sin nacer cuando llegó Ainhoa un día con su caja de gusanos pequeñitos ¡anda, nacieron antes que los míos!.
Así que aprovechamos para tener un primer contacto con ellos. Observamos varias cosas:
Eran pequeños y blanquitos, los traía en una caja con agujeros (para que tuviesen aire), en la caja tenía hojas verdes que se estaban comiendo, y como eran pequeños, costaba observarlos, con lo que tuvimos que usar una lupa. Al principio no sabíamos usarla porque nos la poníamos en el ojo, pero luego, aprendimos que lo que había que hacer era acercarlo a la cosa que queríamos aumentar.
Ainhoa alimentaba a sus gusanos con hojitas que traía de casa y supimos que eran hojas de morera, un árbol que da moras.
Tras varios días, la seño decidió traer su caja de huevos de gusanos de seda. La caja que trajo la seño no tenía ningún gusano y todos estaban en sus huevos.
Uno sabe de qué huevos han nacido porque se vuelven amarillos. En mi caja había algunos huevos verdes y otros amarillos. Quise dejar los nacidos en casa y traerlos sin nacer para que observasen desde el principio el proceso. Pero resulta que al abrir la caja en clase ¡ya había nacido uno! ¡una bebé oruga de la seda recién nacido!
¡Sí que aprendimos sobre ellos! Y todavía quedan un par de entradas.
Ahora que ya no queda nada para empezar el cole, y mientras estoy a la espera de un destino que ya mismo ha de caer, aprovecho para describiros cómo trabajamos el proyecto. No quiero quedarme con la espinita de no colgarlo en el blog porque nos lo pasamos muy bien y aprendimos mucho sobre los gusanos, oh, perdón, las orugas de la seda.
En la primera entrada ya os dejé un pequeño adelanto.
En esta os describo cómo fueron los inicios.
Ya sabéis que los gusanos empiezan a eclosionar con los calores de la primavera. Por eso en invierno hay que guardar los huevos en un sitio fresquito y procurar que no noten el calor antes de que comiencen a brotar las hojas de morera, porque en caso contrario, no podríamos alimentarlos y morirían.
Pues tenía yo en casa preparada una caja con huevecitos sin nacer cuando llegó Ainhoa un día con su caja de gusanos pequeñitos ¡anda, nacieron antes que los míos!.
Así que aprovechamos para tener un primer contacto con ellos. Observamos varias cosas:
Eran pequeños y blanquitos, los traía en una caja con agujeros (para que tuviesen aire), en la caja tenía hojas verdes que se estaban comiendo, y como eran pequeños, costaba observarlos, con lo que tuvimos que usar una lupa. Al principio no sabíamos usarla porque nos la poníamos en el ojo, pero luego, aprendimos que lo que había que hacer era acercarlo a la cosa que queríamos aumentar.
Ainhoa alimentaba a sus gusanos con hojitas que traía de casa y supimos que eran hojas de morera, un árbol que da moras.
Tras varios días, la seño decidió traer su caja de huevos de gusanos de seda. La caja que trajo la seño no tenía ningún gusano y todos estaban en sus huevos.
Uno sabe de qué huevos han nacido porque se vuelven amarillos. En mi caja había algunos huevos verdes y otros amarillos. Quise dejar los nacidos en casa y traerlos sin nacer para que observasen desde el principio el proceso. Pero resulta que al abrir la caja en clase ¡ya había nacido uno! ¡una bebé oruga de la seda recién nacido!
Y si observáis, el tamaño es muy pequeño (foto superior a la izq.) en comparación con el gusano de Ainhoa (foto inferior a la dcha.). También se pueden ver los huevos verdes y amarillos en la caja.
Poco a poco los gusanos iban naciendo y creciendo, nosotros íbamos observando los cambios, de oscuritos y pequeñitos como hormigas, iban creciendo y cambiando de color, algunos blancos y otros rayados. Y los chicos traían hojas para alimentarlos y también traían sus propios gusanos. Hugo y Lucía trajeron los suyos también. ¡Gusanos por doquier!
Una vez acostumbrados a la fisonomía de nuestras mascotas, decidimos que aprender cuáles eran sus partes y para qué servían. Pusimos gusanos de "modelos" y los chicos tenían que "retratarlos". Fue una actividad muy productiva, pues observaron y plasmaron muchos detalles de los que yo apenas me había fijado.
Después, basándonos en un esquema en la pizarra, les pusimos los nombres a las diferentes partes:
- Cabeza
- Boca
- Patas
- Ano
- Espiráculo
- Espolón
Y salieron unos retratos sobre los gusanos de seda muy interesantes. Ya sabíamos distinguir un gusano (oruga de la seda) de cualquier otro bichito. Además, aprendimos su nombre científico: BOMBYX MORI.
¡Sí que aprendimos sobre ellos! Y todavía quedan un par de entradas.
Diccionario Panhispánico de Dudas:
viernes, 9 de agosto de 2013
Proyecto Gusanos de Seda I - Silkworm work project I
Como ya os comenté, este curso hemos realizado un pequeño proyecto sobre los gusanos de seda, cuya denominación correcta sería orugas de la seda. La diferencia entre un gusano y una oruga es simplemente que la palabra oruga especifica que el animalito en cuestión va a sufrir una transformación a mariposa o polilla, mientras que la palabra gusano abarca otros tipos de animales que no lo hacen. En definitiva, las orugas son larvas de insectos, o sea, insectos bebés.
Pues bien, quería enseñaros cómo trabajamos el proyecto de las orugas antes de terminar el verano, pero veo que va pasando el tiempo y entre una cosa y otra, los huevecitos que tengo guardados para la próxima temporada habrán eclosionado y yo todavía sin poner las entradas al respecto (es broma).
Aquí tenéis un resumen adelanto de cómo quedó plasmado el proyecto en formato papel, aunque lo más interesante fue lo que aprendimos mediante la experiencia y el intercambio de ideas. Este proyecto lo trabajamos a la vez que llevábamos los contenidos del libro de clase, con lo que aprovechábamos huecos para simultanear diferentes temas de forma interdisciplinar y globalizar aprendizajes.
Llamo a esta entrada con el I. Luego iré colgando las sucesivas partes.
Estas imágenes son de las fichas de nuestro querido Raúl, un chico estupendo, muy trabajador, aplicado y amigo de sus amigos, sobre todo de Placi, quien le dedicó una preciosa carta.
Pues bien, quería enseñaros cómo trabajamos el proyecto de las orugas antes de terminar el verano, pero veo que va pasando el tiempo y entre una cosa y otra, los huevecitos que tengo guardados para la próxima temporada habrán eclosionado y yo todavía sin poner las entradas al respecto (es broma).
Aquí tenéis un resumen adelanto de cómo quedó plasmado el proyecto en formato papel, aunque lo más interesante fue lo que aprendimos mediante la experiencia y el intercambio de ideas. Este proyecto lo trabajamos a la vez que llevábamos los contenidos del libro de clase, con lo que aprovechábamos huecos para simultanear diferentes temas de forma interdisciplinar y globalizar aprendizajes.
Llamo a esta entrada con el I. Luego iré colgando las sucesivas partes.
Estas imágenes son de las fichas de nuestro querido Raúl, un chico estupendo, muy trabajador, aplicado y amigo de sus amigos, sobre todo de Placi, quien le dedicó una preciosa carta.
martes, 2 de julio de 2013
Un pequeño taller de cocina creativa el último día de clase: Gusanos de seda.
En primer lugar, tengo buenas noticias, he conseguido pasar la criba de la primera parte, así que ahora tengo que prepararme la segunda: el examen oral.
Eso quiere decir que no voy a poner tantas entradas como quería hasta que termine el examen, pero mientras, os dejo pequeñas pinceladas, que no me olvido de vosotros.
El último día de clase celebramos una fiestecilla donde a la seño Carla se le ocurrió que podíamos hacer un taller de cocina creativa preparando unos sencillos gusanos de seda (en realidad, orugas de la seda) con unos pocos ingredientes fáciles de manipular.
Doy las gracias a mi compañera Nat con su estupendo blog "Cofre Escolar", quien me dio la idea de los gusanos de donuts.
INGREDIENTES:
- DONUTS
- M&M´s con cacahuetes
- LACASITOS
- MIKADOS
Y con eso, unos platitos, y un cuchillo para cortar con cuidadito, no salen unos preciosos gusanos ¡y muy ricos!
Primero adornamos un poquito la clase:
Se cortan los donuts por la mitad, se colocan las mitades uno detrás de otro y luego ponemos los M&M´s como patitas y los Lacasitos como ojos. Los Mikados eran las antenas. Lo hicieron estupendamente bien y le salieron unos gusanitos preciosos.
Eso quiere decir que no voy a poner tantas entradas como quería hasta que termine el examen, pero mientras, os dejo pequeñas pinceladas, que no me olvido de vosotros.
El último día de clase celebramos una fiestecilla donde a la seño Carla se le ocurrió que podíamos hacer un taller de cocina creativa preparando unos sencillos gusanos de seda (en realidad, orugas de la seda) con unos pocos ingredientes fáciles de manipular.
Doy las gracias a mi compañera Nat con su estupendo blog "Cofre Escolar", quien me dio la idea de los gusanos de donuts.
INGREDIENTES:
- DONUTS
- M&M´s con cacahuetes
- LACASITOS
- MIKADOS
Y con eso, unos platitos, y un cuchillo para cortar con cuidadito, no salen unos preciosos gusanos ¡y muy ricos!
Primero adornamos un poquito la clase:
Luego nos colocamos todos juntos y nos pusimos manos a la obra:
¿A que estás hechos unos artistas?
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