domingo, 25 de agosto de 2013

Mami, ojalá me regañases así...

Quizás el título de esta entrada pueda llevar a confusión. No voy a hablar de formas de regañar, de llamar la atención o escribir consejos sobre disciplina.

El título de esta entrada es una frase que ha llegado a mi memoria de forma curiosa. Es una frase que me dijo una de mis hijas hace ya tiempo. Tendría ella unos 4 ó 5 años.

Resulta que nuestra fantástica compañera bloguera la seño Olga, en su blog EL RINCÓN DE LA MAESTRA, nos ha dado a conocer una bonita página sobre OPERA PARA NIÑOS.

Concretamente se trata de Cuéntame una ópera. Una página creada por Georgina García-Mauriño en colaboración con Mirlo y Ciudadela de libros.

Con permiso de la Seño Olga, me gustaría hablar un poquito sobre esta página y en general, sobre ópera para niños, pues me ha encantado la propuesta y soy una gran fan de este género musical. Y así explico cómo me vino a la mente la frase de mi hija.

En cuanto a la página Cuéntame una ópera, la primera agradable sorpresa que me encuentro es una preciosa composición de Antón García-Abril, uno de nuestros grandes compositores actuales a quien admiro mucho, y es conocido, entre otras muchas cosas, por componer la banda sonora de la serie "Anillos de Oro" (sí, esa solo la conoceremos los más mayores, jejejeje), o de la película "Los santos inocentes".

La versión de "La Virgen de la cueva" de Antón García Abril nada más abrir la página es una maravilla. Pertenece a un divertimento sobre los poemas para niños: Alegrías, del mismo nombre de la obra de Marina Romero. Aquí encontraréis un vídeo con 5 de ellos.

En la web Cuéntame una ópera podemos encontrar 4 partes principales y pinchando en ellos accedemos a 4 partes entre otras:

- Las óperas como cuentos donde puedes ver imágenes y texto y escuchar su música correspondiente.
- Juegos.
- Ver cómo se crea una ópera.
- Ver una ópera de verdad.


En la primera parte, hay secciones para niños de 3, 4 y 5 años.

Sólo decir que en la parte de los cuentos, no hace falta escucharlo todo, pues lo que recomiendo es contarlo y hacer que el pequeño escuche de fondo un trocito, no entero, pues puede hacerse cansado para ellos (además, no se termina, sino que es un bucle continuo que no para hasta que haces click).

Puede que este tipo de genero musical no resulte muy familiar para los pequeños y tampoco para los mayores, como bien nos dice la Seño Olga en su blog. Aunque para mí, resulta interesante mostrarles que existen diversidad de músicas, tantas como gustos hay. Y la ópera es una de ellas ¿por qué no mostrársela también?

Al oír hablar de ópera, a muchos les puede venir a la mente las palabras: aburrido, elitista, raro, "rayante", insulso, poco interesante..., bueno, todo depende como ya he dicho de los gustos de cada cual y puede que también del enfoque que le demos a la hora de aproximarnos a ella. En esto, las familias y los docentes sí que podemos decir y hacer algo.

Si nos gusta y tenemos la ocasión ¿por qué no transmitirles el gusto por la diversidad? ¿el contacto con distintas realidades, con nuevas experiencias? pues la Ópera supone una buena oportunidad.

El acercamiento de los niños hacia la ópera puede hacerse de muchas maneras. Los melómanos más expertos podrían aconsejarnos mucho, y les invito a que hagan su aportación en los comentarios. Yo os hablo desde mi experiencia personal.

Lo que no recomiendo es ir directamente a presenciar una ópera en directo, así de repente, pues para los más pequeños puede ser aburrido si no se ha tenido algún pequeño primer contacto, no se ha conocido o no se ha trabajado antes. Las óperas son obras bastante extensas a las que no aconsejo asistir con pequeñines de 3 o 4 años porque requieren del mantenimiento de mucha atención durante mucho tiempo (lo que no quiere decir que el que quiera y pueda no lo haga).

La misma promotora de la página web Cuéntame una ópera, tiene una colección de discos dirigidos al público infantil con su libreto (transcripción de lo que se oye) en formato papel y todo.

Este es el de Porgy & Bess, de George Gershwin, uno de mis autores favoritos:


Porgy & Bess es una historia muy aprovechable para hablar sobre la diversidad: Interpretada por afroamericanos, es truculenta, triste y esperanzadora a la vez. Eso sí, hay que usar los ajustes adecuados para niños como el de este CD, y además, para los niveles más pequeños habría que hacerla más comprensible y sencilla si cabe.

Otra opción son las adaptaciones para los más pequeños. Probablemente en los movimientos culturales de vuestra población haya alguna oportunidad de disfrutarlas. En una ocasión pude disfrutar de una versión Infantil de "La Cenerentola" ("La Cenicienta") de Rossini de 1 hora de duración con mis peques de 3, 4 y 5 años. Para estos tan pequeñines, quizás 40 minutos, y más adaptado a los más pequeños hubiera sido suficiente, pero fueron unos campeones.


Lo que pasa es que, claro, ves una ópera una vez, y te olvidas. A mí me gusta de vez en cuando disfrutarlo con mis hijas viendo vídeos, por ejemplo. Pero no de óperas enteras, no. Sino de trocitos. En YouTube hay infinidad de grabaciones, y buenas.

Por ejemplo, en la ópera de Porgy & Bess (1935), hay una nana que me fascina. Podéis enseñársela a los pequeños y decirles cómo duermen algunas mamás a sus bebés:


Y aquí otra versión más moderna subtitulada al español con Leona Lewis (sí, sí, también están Ella, y Billie... -para los aficionados al jazz-):

Menuda nana ¿eh? y compuesta para una ópera.

Y ya para finalizar, os hablo de la frase que da título a esta entrada y que me volvió a mi memoria gracias a la entrada del blog de la Seño Olga El rincón de la maestra. Tiene relación con una ópera muy famosa escrita por Mozart: La flauta mágica. Pinchad en el nombre y podréis ver la historia adaptada para niños con sus vídeos.

Pues bien, un personaje de esta obra es La Reina de la Noche, y esta Reina es una mamá que tiene una hija. Y yo les conté a mis hijas que esta mamá estaba muy, pero que muy enfadada y estaba regañando a su hija (la historia es más larga, pero cuando vimos el vídeo eran pequeñas y tampoco era plan de contárselo todo).

El vídeo que visionamos juntas y que las dejó con la boca abierta fue un vídeo recopilatorio de una de las más famosas arias ("canciones cantadas por uno solo") de la historia de la ópera y que seguro que todos conocéis. Se llama "Der Hölle Rache".

Lo peculiar de este vídeo es que un collage musical: se trata de una recopilación de la misma aria cantada una y otra vez por distintas sopranos (cantantes femeninas), algunas de las mejores del mundo, y puedes comparar realmente las características de cada cual y encontrar las diferencias, con lo que ves esa aria (y por ende, esa ópera y la Ópera en general) desde una perspectiva diferente: te das cuenta de que todo depende de quién lo hace y cómo lo hace y los resultados nunca son los mismos. Las mismas óperas no suenan igual.

Son 9 minutos de vídeo escuchando lo mismo, pero es tal la fuerza de las cantantes y la música, que hasta mis pequeñas de 5 y 7 años (en aquel momento) se la tragaron entera. Ah, y el vídeo viene con un final que les encantó y con el que se hartaron de reír. De hecho, me siguen pidiendo de cuando en cuando que se lo ponga de nuevo, y ya han pasado un par de años desde que lo vieron por primera vez. Nos ponemos a ver quién da más miedo, quién es más expresiva, quién mueve más o menos la cara, quién tiene el vestido más imponente, o más bonito..., quién, a su parecer, canta mejor, quién canta más rápido, quién desafina más...

Lo que les dije la primera vez fue: "Mirad, esta es la Reina de la Noche, y creo que está muy enfadada con su hija, ¿queréis ver cómo la regaña? Mira que si mamá os regañase así..., no veas... ¿no?"



Al final me dijo la más pequeña: "Oh, mami, ojalá me regañases así..."








Dudas recogidas en el Panhispánico de Dudas:
Ojalá
4 ó 5.

2 comentarios:

  1. Yo opino completamente igual que tu hija pequeña, Carla. Me parece genial que a los peques les guste la ópera. Un saludo.

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    1. ¿Te imaginas a las maestras regañando así? Se quedarían maravillados, jejejeje.

      ¡Gracias por tu comentario, Ana!

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